BATALLA 2 – UNA DEFENSA
INESPERADA
Al poco de conseguir establecer las
fuerzas del general Theodric de Brione, fueron dispuestas para
explorar los terrenos mas cercanos y comprobar que todo estaba fuera
de peligro, y ningún enemigo se hallaba cerca.
Aunque muchos comprobaron que la fauna
de la región era mucho mas peligrosa, de lo que parecía
inicialmente. Algunos exploradores murieron al poco, ya fuese por un
animal o por una planta. Otros en cambio consiguieron volver
sorprendentemente sanos y salvos, aunque con algunos hallazgos que
fueron comunicando a sus capitanes, como fue el caso de unos
cadáveres de unos elfos, a unas pocas millas de donde ellos se
encontraban, en el interior de un bosque. Al comunicárselo a uno de
los capitanes de explores, este antes de comunicar ninguna posible
amenaza, decidió coger a un pequeño grupo y llevarlos a la zona
donde habían los cadáveres.
Cuando se hallaron enfrente de los
pocos restos que quedaban, ya fuese porque los animales se los
hubiesen comido o incluso los propios elfos hubieran intentado volver
a recuperar los cuerpos de sus hermanos, pudieron observar que las
heridas que habían causado la muerte a estos valientes guerreros no
fueron otra cosa que las armas de algún rival. Aunque el capitán
no pudo reconocer las marcas de las armas, pero no tardaría en
verlas en directo.
Mientras se hallaban estudiando el
terreno, antes de que pudiesen si quiera reaccionar, se vieron
rodeados por unos pocos guerreros esqueletos, comenzaron a luchar
contra ellos. Abatiendo a los necesarios para poderse abrir paso y
así intentar huir de ellos, ya que sabían que por muy lentos que
fuesen, la tenacidad de un No muerto en combate es muy peligrosa.
Algunos de los compañeros del capitán
cayeron ante las armas No muertas, un pocos consiguieron salir, pero
pronto observaron que el peligro no había pasado, pues unos arqueros
óseos comenzaron a lanzar sus flechas contra ellos. El capitán de
los exploradores, por precaución había decido llevar un ave
mensajera, pues era la única cosa que podía informar en caso de que
a ellos les pasase algo, como había sido el caso. Tras pedirle a sus
hombres que ganasen tiempo, para poder escribir el breve mensaje a su
señor y alertarle.
Una vez mandó al ave surcar los
cielos, y así avisar a sus hermanos el valeroso capitán decidió
emprender una dura acción, intentar engañar a esos No muertos, para
poder ganar tiempo y así que organizasen una pequeña defensa. Tras
un rato de correr y huir del enemigo, una de las mágicas flechas de
los arqueros consiguió herirle en una pierna, el capitán empezó a
comprender que su final se hallaba lo suficientemente cerca… Así
que, ya que había conseguido alejar al enemigo una distancia
prudencial, era el momento de demostrarse, cuan valeroso hubiera
sido…
Desenvainó su arma, aunque en ese
preciso momento otra flecha le impacto en el centro del pecho, le
infringió una herida mortal, aunque sabía que la muerte iba a ser
algo lenta, y apoyándose en un viejo árbol decidió esperar hasta
que el enemigo le diera alcance. Aunque… La suerte no estaba del
lado de nuestro valeroso capitán, pues las lluvias seguían
lloviendo y quedándose quieto, les facilitó el trabajo a los
arqueros enemigos, que no cesaron en sus disparos, pues todos sabían
que los muertos no conocen la piedad. Finalmente el cuerpo del
capitán había quedado tan lleno de flechas, algunas clavadas
incluso contra el tronco del árbol donde había decido apoyarse y
esperar a su enemigo, que las propias flechas habían llegado a
contener el peso del cuerpo sin vida del explorador.
Una vez el ave llego al asentamiento
bretoniano, rápidamente, un mensajero dio la alerta al asentamiento
y al general Theodric, viendo el problema al que se iban a enfrentar
decidió apostar por una estrategia arriesgada. Decidió encerrar a
todos los hombres que no fuese de armas dentro de las pequeñas casa
que habían construido para su asentamiento y situar a sus tropas
alrededor de la casa central, pues sabía que así el enemigo se
acercase por donde fuere, tendrían tiempo a llegar y a reaccionar.
Como bien fue de esperar, el general
Khemriano intentó rodear toda la aldea, pero también tuvo que
guardar un gran contingente, por donde pensaba hacer el golpe más
duro. Aunque como buen caballero bretoniano el general Theodric no
dudó en mover primero a sus tropas y así llevar la iniciativa y el
valor juntos, pues la propia dama les protegía, así que ordenó a
sus tropas que se dirigiesen contra el enemigo y luchasen como el
propio caballero verde. Ningún hombre que había combatido
previamente con Theodric le había visto tan determinado a proteger a
su gente, así que inspiró a sus tropas para que cogieran todo el
valor que guardaban dentro y usando ese mismo valor como arma,
acabaran con el sitio al cual les querían someter.
Por su parte el general Khemriano,
parecía tener sus propios intereses. Pues aunque prestó atención
al enemigo que tenía delante, su objetivo eran las casas llenas de
hombres. Pues hizo correr a sus hombres y carros lo suficiente para
situarlos alrededor de las casas, y dando orden a algunos de sus
guerreros de elite comenzaron a matar los aldeanos que dentro de
estas se encontraban. Theodric al ver tal atrocidad ordenó una carga
directa contra un grupo de arqueros que se encontraban cubriendo al
los magos No muertos, que además contaban con la ayuda de un gigante
de piedra que parecía ayudar a recoger la energía mágica.
La batalla transcurría de forma
brutal, la caballería impactaba contra las filas de los No muertos,
estos por su parte se dedicaban a recibir las cargas, combatirlas y
matar a los aldeanos que podían. Durante la batalla los arqueros No
muertos lanzaron oleadas de flechas, pero los poderosos caballeros
bretonianos gracias a sus pesadas armaduras, consiguieron eludir toda
herida mortal.
Aunque lo que Theodric no se esperaba,
fue la asombrosa aparición de unas serpientes de roca, que surgieron
de debajo de la tierra, mientras una se dedicó a matar a los
aldeanos que en ella se encontraban, las otras usaron su magia para
abatir unos cuantos caballeros bretonianos de un regimiento que se
encontraba cerca, hicieron mucho daño al grupo de caballeros pero la
determinación de su general al comienzo de la batalla, les había
inspirado de tal manera que parecían no conocer el miedo.
Finalmente el general Khemriano había
logrado lo que venía a buscar, pues asombrosamente muchos de los
cuerpos de aquellos hombres asesinados se habían alzado de una forma
asombrosa, así que ordenó a sus tropas retirarse, pues la batalla
se encontraba en un momento donde una pequeña derrota significa una
futura victoria. Pero toda retirada, necesitaba un sacrifico, así
que dejando a todos los magos y unidades que se encontraban
protegiéndolos, junto a unos pocos guerreros, ordenó a sus tropas
batirse en retirada, y como magníficos soldados, perdieron sus
formaciones de combate y comenzaron a retirarse. Theodric, al ver
esta situación, ordenó a sus soldados que terminasen con los pocos
que se habían quedado atrás y dejasen escapar al resto, le parecía
que los No muertos tramaban algo, pero sin saber de qué se trataba y
con una tierra completamente nueva, era mejor ser precavido, por lo
tanto enterrar a los muertos y comprobar cómo habían quedado sus
tropas era lo más inteligente.
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