CAPITULO I – LA
BIENVENIDA
Tras el largo y duro camino todos andaban ya exhaustos,
había sido un complicado viaje entre camino alternativos y ocultos a los ojos
de muchos enemigos. Sin contar el encuentro con el escupemuerte, eso no solo
fue algo inesperado, sino que además el número de bajas fue considerable, ya
que solo se encontraba una pequeña guarnición de en aquellos puestos de
avanzada. Pues el grueso del ejército tenía que ir llegando a oleadas, así que
no se dispondría del total del ejército hasta dentro de una semana. La moral de
las tropas estaba muy afectada, pues sus nuevos generales no dieron la talla
que se esperaba, aunque el terreno se sabía que era hostil y peligroso, no fue
una excusa para fallar así.
Los generales se encontraban abatidos y no muy contentos
tras el primer contacto con este nuevo terreno, pues esperaban un terreno nuevo
aunque no tan agresivo y mucho menos se imaginaban que los skavens ya estarían
extendiendo sus garras dentro de él, ya que todavía volvería algo peligroso en
algo mucho más peligroso, aunque todos aprendieron la valiosa lección que por
muy buena promesa que seas, la arrogancia siempre puede ser superada. Tras
recomponerse un poco decidieron empezar desde cero y comenzar a estudiar como
reforzar sus campamentos para evitar
futuras incursiones o ataques, encontrando lo siguiente:
·
Condes
Vampiros: Establecidos en una pequeña cueva, con un suelo profanado y unos
pequeños montones de cadáveres cerca de su tienda principal.
·
Elfos
silvanos: Pequeño campamento establecido en un bosque bastante frondoso y
con una fuerte magia sobre sus árboles, hecho que provocaba que sus árboles
presentasen una imagen bastante extraña. Pusieron cuatro columnas que parecían
protegerles con una barrera mágica.
·
Enanos:
Ocultos en una montaña fronteriza entre la frontera de esta tierra y el Viejo
mundo, lo característico de este lugar era la piedra que conformaba ese
lugar - pues toda ella era de un color
negro como la oscuridad más profunda-
dentro de este lugar habían creado un pequeño fortín.
·
Guerreros
del caos: El campamento estaba puesto en una llanura rodeado por una
empalizada de troncos de madera, en el centro se podía ver una pira ritual con
el símbolo del caos.
Comenzaron a reunir a sus tropas para darles los primeros detalles
de su primera misión en esta tierra, aunque todos los generales tuvieron la
misma sensación. Las tropas obedecieron pero en más de un caso, algún general
tuvo que librar algún combate con sus secuaces pues no los consideraban dignos,
pero tras hacer rodar alguna cabeza o mal herir algún soldado, el resto pronto
observó que más valía obedecer, aunque no les inspiraran confianza. Pues se
encontraban en un infierno del cual más valía cooperar y actuar rápido para salir pronto, pues no
saben que peligros les aguardaban.
Los generales se apresuraron en explicar la situación y el
primer objetivo que tenían que llevar a cabo, así que empezaron a explicarse:
“Nos encontramos en este
inhóspito lugar para llevar a cabo una maniobra que pueda cambiar el transcurso
de la guerra, mientas nuestros hermanos se encuentran en el centro de la
guerra, nosotros hemos sido enviados aquí para poder ganar una posición
ventajosa de cara a nuestros rivales, para ello debemos ir al centro de esta
región en la cual se encuentra un pequeño templo- que es la única edificación
que hay dentro de este lugar- para así poder estudiar su posición y comprobar
que ventaja nos puede aportar y el por qué de su aparición”
Las tropas al escuchar esto
rápidamente se dieron cuenta que deberían marchar, no todos pero sí la mayoría.
Ciertamente ninguno quería ir con este general que les habían asignado pero sabían
que debían acatar las órdenes, les gustase o no.
Tras hacer el reparto de las
tropas el general ordenó a sus tropas que partiesen, aunque sabía que no se
encontraban en su mejor estado de ánimo
debían cumplir con la orden. Marcharon a paso fúnebre y sin casi ganas
de enfrentarse a los posibles peligros que les esperaban, pues su nuevo general estaba pagando el precio de esta tierra tan
peligrosa.
Para la primera batalla se aplicarán estas
reglas:
Ø
Se jugará una batalla de ocupar y mantener, siendo el
objetivo el templo.
Ø
No se podrá usar la presencia inspiradora del general,
excepto si el general se encuentra en una unidad, que un este caso se usará con
un -1L.
Ø
Todos los ejércitos jugaran con un modificador de -1L, en
caso de ejércitos inmunes a psicología este penalizador se verá aplicado en que
tendrán que chequear de forma normal, para ejércitos de no muertos sufren una
Herida adicional a las que tengan que sufrir.
Ø
Las unidades inmunes a psicología chequean de forma normal.
Ø
No se podrá usar la regla especial tozudos, ni apabullar.
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