BATALLA V – La importancia de las bromas
Skittzy aun seguía enfurecido tras los sucesos ocurridos, pero sabía que debía recuperar a sus goblins, muchos eran la munición de sus armas y otros serían los que accionaran la palanca, y aunque en estos momentos le bastaría mas de uno de sus chikoz como munición, sabía que no iba a ser la solución, el brazo orko siempre está mejor visto que el goblin...
En su enfado había hecho salir a muchos de sus chikoz en busca de aquellos kanijoz perdidos, su mente ya no pensaba con claridad y debía recuperar todas las fuerzas posibles, aunque nunca se hubiera imaginado lo que iba a tener delante, una horda caótica con muchas ganas de empezar a mostrar su interés por estas tierras, y si el caos muestra la cara, todos saben que es cuestión de tiempo que se desaten grandes combates, pero esto no terminaba aquí, lo que ahora mismo contemplaban los ojos enfurecidos de Skitzzy, fue una visión demasiado desagradable, sus goblins habían ido a parar delante de las filas del caos que se mostraban muy interesados en ellos, muchos estaban corriendo en cualquier dirección asustado y aterrados por lo que tenían delante, Skitzzy no tenía mucha tiempo y actuó lo mas rápido posible.
Gritó con tal fuerza que todos los goblins, hasta el momento atemorizados, recuperaron la "normalidad" he intentaron acercarse lo mas rápido posible a sus compañeros, les habían ofendido, sí, pero si los cogía el caos sabían que su destino iba a ser mucho peor de lo que les habían hecho.
Las hordas del caos comenzaron a moverse, los carros saltaron al campo de batalla con tal furia y rapidez que no tardaron en tomar la ventaja inicial del combate, pero había un factor a favor del general orko, el reducido espacio del campo de batalla, luchar en un desfiladero, le permitía cerrar filas y poder concentrarse en los objetivos que mas le interesaban, así que ordenó a su aracknaroc que liderará el enfrentamiento, esta tremenda criatura podría hacer estragos en las filas del caos, aunque desgraciadamente, con el avance caótico muchos goblins fueron apresados, encima el poderoso demonio que lideraba las tropas del caos, enseguida que pudo se dirigió a luchar con la tremenda bestia, pues él tendría la oportunidad de matarla o al menos dejarla un buen rato entretenida en un combate singular.
Lo que el general del caos no esperaba es que Skitzzy hubiese provocado esa situación, aunque los carros iban destrozando las filas de los pieles verdes, acabar con el general enemigo siempre es un golpe a la moral del ejército muy grande, y por ahora todo salía como debía. Ya que la gigantesca araña no tardó en provocar tal número de heridas al general, que no pudo continuar el combate y tuvo que retirarse, muy mal herido, gracias a ello las tropas orkas consiguieron asestar un duro golpe y recuperar muchos de los goblins que habían perdido.
Pero esta alegría duró poco, pues para todos es bien sabido que los guerreros del caos no son tan temidos por nada. Cuando una gruesa unidad de estos aguerridos guerreros chocó contra la gigantesca araña, el resultado fue inevitable, los tremendos golpes asestados por los guerreros hicieron por provocar la caída del enorme monstruo, provocando que todos los goblins que habían conseguido liberar hasta el momento volverían a las manos del caos, y con ello el destino que les deparaba.
Así que no tardó mucho tiempo en darse cuenta de la situación en la que ese encontraban, y con ello el general orko, decidió intentar retirar a sus tropas, las pocas que quedaban con el valor suficiente para seguir luchando. Pues debido a las salvajes cargas de los carros muchos pieles verdes, ya se encontraban huyendo de su enemigo.
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