¡Hola a tod@s!
¿Cómo os marcha la semana? Espero que muy animada.
Hoy me gustaría exponeros una situación, que se dio ayer durante una partida con un amigo, porque me parece que más de uno habrá picado ese anzuelo.
Y es que siempre que una partida parece ir a favor nuestra, al menos en mi caso ya me ha ocurrido varias veces, no tengo remedio, me emociono y entro en el estado mental, que yo llamo "La pared móvil", le doy este nombre porque es igual que las famosas trampas de las paredes que comienzan a moverse, para finalmente aplastar al incauto que se haya dentro. Y digo esto, porque la confianza es igual como te dejes llevar por ella, te guía hasta tu final.
Y es que no hay mayor enemigo que uno mismo. Porque muchas veces no caemos en que mientras nosotros nos vamos emocionando cada vez más, pues vemos una victoria próxima, el rival está mentalizándose de como emplear cada error que cometamos. Y esto mis queridos amigos, es lo que me pasó en la partida que jugué ayer, la victoria o la derrota, es lo menos, pero cometer un fallo, que lo peor de todo es que me di cuenta del fallo, pero por cuestiones de confianza, pagué muy caro el error.
Lo bueno de estas situaciones, es que siempre te ayudan, si sabemos aprender de ellas o al menos memorizarlas para la próxima vez no cometer el mismo error, aunque con lo despiste que soy... Jaja miedo me doy a veces.
¿Vosotros opináis igual?
Un saludo y mucha diversión en las mesas.
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