miércoles, 12 de agosto de 2015

Batalla 7 - Fantasy

BATALLA 7 - Primeras manifestaciones


Reaper notaba que cada minuto que pasaba, y más se acercaba al lugar, su hambre se volvía cada vez más voraz, pero este hambre, no era la habitual, encerraba una oscura maldición.


Los exploradores fueron a la zona indicada, pasaron muchas horas, cuando toda esperanza parecía perdida, más bien, cuando los aldeanos no podían parecer más locos, antes de irse, uno de los exploradores notó un pequeño destello y unos terribles gritos comenzaron a escucharse, los oídos de los exploradores no podían soportarlos, y se apresuraron en alejarse de la zona, mientras corrían no podían dar crédito a que hubiera seres tan terroríficos.


Una vez llegaron al campamento se apresuraron en avisar al Theodric de lo que habían encontrado. Theodric no dudó en armar a sus hombres y llevarlos hasta el lugar que le habían dicho los exploradores.


Reaper conforme más se acercaba a la zona marcada por sus nigromantes, podía notar como cada vez su cuerpo perdía más el control, en más de una ocasión pretendió volver a su campamento, pero también comprendió que debía intentar comprender que pretendía mostrarle. Una vez llegó a la zona designada por sus nigromantes, Reaper perdió la cordura por completo, no paraba de gritar y moverse rápidamente de un lugar a otro, desquiciado no paraba de repetir una y otra vez, gritando a pleno pulmón:


¿Por qué? ¿Por qué?”


Sus lugartenientes no sabían cómo reaccionar, algún nigromante intentó llamar la atención del general vampiro, pero la reprimenda del vampiro, aun no siendo física, supo que otra posible interrupción tendría consecuencias fatales.


Tras un buen rato las primeras manifestaciones comenzaron a aparecer, sorprendentemente en cada uno de los lugares en los que había estado gritando Reaper, unas presencias etéreas. Misteriosamente Reaper se calmó por completo, recuperando aparentemente un control completo, pero uno de sus nigromantes pudo observar que esbozó una ligera sonrisa, y con una velocidad increíble, incluso para un Vampiro, se abalanzó sobre una de las manifestaciones, al acercarse el vampiro lanzó un mordisco y comenzó a sorber al ser.


Cuando comenzó a dirigirse a por la siguiente, el ejército de Theodric apareció, Reaper al ver a los caballeros reaccionó de forma agresiva, ordenó a sus hombres que se dirigieran al combate sin dudarlo. Theodric no dudó en responder a la provocación No muerta.


Los lobos se lanzaron los primeros en busca de combate, el resto del ejército no tardó en marchar tras ellos, los carruajes negros también salieron tras ellos y las hordas de zombis avanzaban junto a sus carros de cadáveres.


El avance bretoniano no se quedó atrás, Theodric dirigió su grupo hacía el bloque principal de los No muertos, aunque los carruajes negros no tardaron en comenzar absorber  la energía que les proporcionaban los vientos de la magia, provocando que acabarán siendo un enemigo a tener en cuenta. Los caballeros no dudaron en combatir contra las hordas. Con el transcurso de la batalla, Theodric observó que esas manifestaciones eran importantes para el general no muerto, así que ordenó a sus tropas que comenzasen a proteger esas manifestaciones, los jinetes de pegasos iban asestando golpes en las manifestaciones controladas por las hordas no muertas, para así evitar que su general consiguiera el objetivo, finalmente todo la batalla se concentró en una gran batalla central donde ambos generales se apresuraban por reducir las fuerzas enemigas, aunque sin conseguir un gran éxito.


Finalmente las esferas desaparecieron, logrando así que el general no muerto no pudiera lograr lo que pretendía, al alimentarse de todas ellas. Aunque parecía una victoria clara para las fuerzas bretonianas, ya que habían conseguido evitar que algunas fuesen absorbidas por el general no muerto, el número de víctimas había sido demasiado grande.

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