miércoles, 12 de agosto de 2015

Capítulo 6 - Fantasy

CAPÍTULO VI - El problema del agua


Theodric se encontraba haciendo una revisión de su campamento, esa mañana se había levantado especialmente inquieto, llevaba muchos días dándole vueltas a los sucesos de sus últimas batallas.
Más de un general se había dado cuenta que esta tierra estaba resultando más problemática de lo que ellos esperaban, la falta de recursos, la brutalidad de sus criaturas, junto con cada uno de los distintos problemas que había surgido. Pero todos ellos compartían una visión, la de conquista y fama.


Cuando Theodric se dirigía hacia las cuadras, para  revisar el estado de sus compañeros de batallas, uno de sus aldeanos le cortó el paso, se le notaba muy preocupado y exhausto, no tardó nada en comentarle que es lo que le atormentaba.


Mi señor estamos teniendo problemas con los caballos de batalla, llevan días sin poder beber como es debido, todos los lagos que hemos estado usando para alimentar a nuestros caballos parecen contener alguna toxina que está afectando a nuestras bestias. Y el único lago que nos queda por utilizar, y que parece saludable, se encuentra mas allá de un perímetro seguro, y según nos han contado exploradores y algunos de nuestros hombres, han visto a monstruos beber de sus aguas, por lo que muchos de nosotros no estamos, ni nos sentimos, seguro de ir allí sin escolta.”


Estuvo un rato mas dándole las explicaciones al noble caballero, que este escuchaba con mucha atención. Una vez terminó de explicarle y le describió al monstruo, Theodric al reconocer en su descripción a la criatura que tanto tiempo llevaba acechando a sus hombres, decidió llamar a todos los disponibles para la lucha.
Reunió a todos los caballeros y les advirtió que sus caballos no estaban tan frescos para la batalla como deberían estar, así que ordenó que no se forzase a los caballos hasta que fuese realmente necesario, pues la mayoría de ellos se encontraba fuera de forma.


Comenzaron a marchar y ha dirigirse hacia el lago que les había indicado el aldeano, habían cogido a todos los caballos posibles, pues debían asegurar que pudieran alimentarse por poco que fuese y luego ya vuelta al campamento, pero claro no había que olvidar que podían encontrarse con el monstruo que le habían dicho sus hombres.


Una vez llegó allí la imagen que tuvo delante suya dejó inquieto a Theodric, pues el hombre árbol que había estado acosando, incesantemente, su cabeza se encontraba en delante del lago, inmóvil e impasible, y un poco más atrás tenía otro grupo de arbóreos que no inspiraban mucha confianza, todo aquello parecía una trampa, así que alertó a sus hombres y les hizo formar.


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